Romanos 12:1-2,9-18
Hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No os conforméis a este mundo; más bien, transformaos por la renovación de vuestro entendimiento, de modo que comprobéis cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. Vuestro amor sea sin fingimiento, aborreciendo lo malo y escogiendo a lo bueno. Amándoos los unos a los otros con amor fraternal. No siendo perezosos; siendo ardientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza, pacientes en la tribulación, constantes en la oración, practicando la hospitalidad.
Hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No os conforméis a este mundo; más bien, transformaos por la renovación de vuestro entendimiento, de modo que comprobéis cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. Vuestro amor sea sin fingimiento, aborreciendo lo malo y escogiendo a lo bueno. Amándoos los unos a los otros con amor fraternal. No siendo perezosos; siendo ardientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza, pacientes en la tribulación, constantes en la oración, practicando la hospitalidad.
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